New York (part II)

El sábado tocó madrugón. Tengo un poco, quizás bastante, de obsesión por aprovechar el tiempo cuando estoy visitando una ciudad! Cargamos pilas con un expresso doble y un croissant y empezamos nuestra ruta.

Nada me puede gustar más que callejear una ciudad de arriba abajo. Siempre que puedo digo NO a los taxis y al metro cuando estoy de turismo.

Nuestra primera pateada tenía como destino el Chelsea Market; un mercado con todo el encanto del mundo y más en estas fechas.

Como podéis ver en el mapa el recorrido no fue corto, así que en el camino fuimos parando en diferentes sitios e hicimos fotos sin parar.

Me encantó Bryant Park; lleno de las típicas casetas donde vendían de todo: decoraciones, collares, bufandas, pulseritas,....y hasta churros con chocolate! ¡Viva el consumismo de los americanos! Así es imposible no gastar en este país...

Empire State Building

Después de un ratito ratazo caminando, y otro café de por medio, llegamos al Chelsea Market. Mereció la pena; la decoración, el ambiente navideño y las paraditas repletas de gente sin duda me cautivaron.

¿Siguiente objetivo? Dar un buen paseo por el High Line. Es un parque público construido en una antigua vía de tren que sobrevuela las calles de Manhattan. 

Al salir del parque continuamos nuestra caminata por el West Village hasta llegar al distrito del Meetpacking donde paramos a comer un brunch (breakfast+lunch que se suele servir entre 11am y 3pm). ¡Estábamos hambrientos y agotados!

¡Ambos barrios súper recomendables! Además hay muchísimo ambiente tanto de día como de noche. 

Después de recorrer las calles de la zona, me convencí que no valía la pena volver andando porque sino ya no podríamos aprovechar la tarde; así que optamos por coger el metro para seguir con nuestro itinerario planeado.