El sábado por la mañana nos levantamos pronto y cargamos pilas con un espresso doble y un croissant. ¡somos personas de costumbres!
Los bostonianos me han demostrado que hasta de un Starbucks se puede hacer ¡un sitio con estilo!
Empezamos nuestro día callejeando el barrio residencial de Beacon Hill. ¡I could definitely live there!
Acogedor y con aire vintage como pocos; me entusiasmó perderme por sus calles adoquinadas que tanto me han enamorado estos días. No sé si era la nostalgia, pero de verdad tenía la sensación de estar paseando por cualquier ciudad europea.
Continuamos nuestra pateada haciendo The Freedom Trail. Un camino por el downtown que te lleva por los sitios históricos más importantes de la ciudad.
Durante nuestro recorrido paseamos por el Quincy Market donde paramos a comer en el típico sitio americano que tiene un poco de todo.
Ya casi sin fuerzas
¿Para cenar? Atlantic Fish, ¡un 10!
Sin duda aquellos que seáis amantes del marisco no os podéis ir de Boston sin probar su langosta y su cangrejo, impresionantes.
Continuará...
qué guai no?? qué le has hecho a tu marido para que te deje sacarlo en el blog??jajaja
ResponderEliminarbesos!
jajajajaja!!! shhhhhhhh
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