El sábado pasado cenamos con unos amigos en un italiano increíble.
Fuimos al restaurante Nado Milano Trattoria, en Wicker Park. ¡No sé cómo todavía no os he hablado de este barrio de Chicago!
Wicker Park es una de las zonas más en auge de la ciudad. Calles bohemias y a la vez muy trendy, todas ellas llenas de tiendas y restaurantes. Sin duda merece la pena ir por la noche, siempre hay muchísimo ambiente.
Antes de ir a cenar, seguimos el consejo de otra amiga y fuimos a tomar vinos al bar de al lado no me acuerdo cómo se llama.... tiene mucha gracia porque es una enoteca, en la que además de probar diferentes vinos puedes tomar algún aperitivo.
Y después de algunas copitas continuamos nuestra noche de risas con auténtica comida italiana. El ambiente, los platos, los camareros,... todo recuerda a Italia en este acogedor restaurante.
Compartimos unos antipasti y luego cada uno pidió un plato. ¿De los mejores? Creo que el risotto al funghi porcini e olio di tartufo es un éxito asegurado.
¿Una pega? Nos quedamos con las ganas de probar su famoso tiramisú porque no les quedaba, así que ya tenemos excusa para volver otro día!
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