Aprovechando el solazo que hizo el sábado y la emoción por nuestras bicis nuevas, decidimos ir a hacer el brunch por la zona del West Loop, un barrio lleno de restaurantes y terracitas súper agradable.
En nuestro camino de ida bordeamos el río e investigamos los carriles bici de Chicago. Para volver, optamos por hacer un poco más de deporte y dimos una buena vuelta para acabar cogiendo el camino del lago que recorre la ciudad de norte a sur ¡y así bajar la comilona!.
Comimos ¡AL AIRE LIBRE! en el restaurante Nellcôte. ¡Me encantó! El sitio por dentro es monísimo, muy retro y moderno; y la terraza tiene muchísimo encanto. La comida muy buena, "tipo brunch" (here), que son platos que a los americanos se les suele dar bien hacer, por eso siempre os digo que es un plan que no os podéis perder: ¡bueno bonito y barato!
Acabamos la tarde tumbados en la "playa" (¡sí sí, el lago tiene playas!) de al lado de casa.
Menudo planazo!! Lo de las bicis es un punto!!!!!!
ResponderEliminarBesos!!!!
Lu