Era de aquellas visitas pendientes que tenía en mi to do list de Chicago, así que aprovechando que estaban mis padres por aquí y necesitaba algún plan diferente, alquilamos un zip car y fuimos a verlo.
A mí lo de las visitas guiadas me suele dar pereza, pero es la única manera que tienes de hacer este plan y en realidad es muy amena porque dura una hora escasa.
Visitas la casa y el estudio por dentro y realmente se puede apreciar que era un avanzado para la época. Muebles modernos e innovadores que no todo el mundo supo valorar en el momento. Me encantó la capacidad de aprovechar espacios que tenía: armarios, cajoneras y muebles incorporados a la casa de forma que no quitaba nada de amplitud a ninguna habitación a la vez que sacaba partido a cada rincón.
Hice muchas fotos, aunque es difícil plasmar todo lo que vimos os dejo una selección.
Y el estudio:
¡Los planes en Chicago nunca se acaban!
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